“No podemos tratar de inventar un mundo donde llegan a estar prohibidas hasta las conversaciones”

 

La presidenta del Consejo para la Transparencia, Vivianne Blanlot, siguió de cerca la controversia que protagonizaron esta semana Eduardo Engel e Ignacio Walker a partir de la depuración de los padrones electorales de los partidos políticos.

Mientras el ex presidente del consejo anticorrupción arremetió por las modificaciones que se han realizado al proyecto en la Cámara Alta, el senador DC dijo que el ingeniero no sabía nada de política y planteó la necesidad de defender el rol de las colectividades.

-¿Cuál es su diagnóstico?

-En lo personal, creo que, a nivel público y comunicacional, se exagera mucho el hecho de que los listados de militantes actuales no reflejen realmente quiénes lo son. Cuando se dice que un 20% de los militantes de un partido votó en la última elección interna no significa que el que no se presentó ya no se considere o no le interese seguir formando parte de esa colectividad. Yo, por ejemplo, soy militante de un partido (el PPD), y ha habido varias elecciones a las que no he ido; sin embargo, sigo siendo militante y sigo considerando que por las ideas que tengo pertenezco a ese partido. Cuando uno ha estado en la realidad interna de estas organizaciones sabe que no se puede guiar por este tipo de suposiciones un poco superficiales. En ese sentido, creo que hay que ser un poco más cuidadoso en emitir juicios.

-¿Está equivocado Engel?

-Es que está suponiendo sobre la base de quienes han ido a votar. No es un indicador correcto. Conozco a mucha gente que está inscrita en el PPD y que en los últimos 10 años no ha ido a votar, pero eso no quiere decir que no considere que el PPD es el mejor que representa las ideas que tiene. Hay muchos aspectos criticables en los partidos. Pero el énfasis que se ha hecho en este punto, que los pecados están en los padrones de los militantes, no representa la realidad. Hay otros temas que tienen que ver con los partidos políticos que son muchísimo más relevantes, como la información a la cual los militantes pueden acceder sobre cómo se está comportando el partido en la toma de decisiones. A ese tema no se le ha dado la misma importancia que al empadronamiento.

 

“El pariente pobre”

-¿Qué tipo de información considera que los partidos deben transparentar?

-Todo lo que se relaciona con las reuniones de la directiva. Debiera haber actas públicas, o por lo menos abiertas a los militantes. El otro tema es cómo se deciden los candidatos; en eso se está trabajando. El hecho de que haya primarias también ayuda. Aquí me voy al otro proyecto de ley que está en la Cámara de Diputados, que tiene que ver con cómo operan los partidos políticos. De partida, se establece un deber de transparencia activa; es decir, toda la información que los partidos tienen que poner en sus páginas web. El segundo es el derecho de acceso de información; es decir, que los ciudadanos puedan solicitar esa información a los partidos, y se les entregue. No están establecidas las sanciones para el partido cuando no se cumple la transparencia activa. Otro punto que nos parece todavía más importante es que el derecho de acceso a la información se esté restringiendo solamente a los militantes. Nosotros creemos que, dado que los ciudadanos van a contribuir al financiamiento de los partidos, todos tienen el derecho al acceso a la información.

-¿Cuán insuficiente es la ley?

-En ese aspecto, a nosotros nos parece totalmente insuficiente. Además es paradójico, porque si yo, como ciudadano, como contribuyente, voy a financiar a un partido, quiero tener derecho -aunque no sea militante- a solicitar información que no está en transparencia activa. Espero que si ese punto no se toma en la discusión en la Cámara, se retome en el Senado.

-¿A qué atribuye los déficits?

-Primero, los atribuyo a que entre quienes han redactado estos proyectos, incluso dentro del consejo asesor que hizo algunas propuestas, no está la gente que ha tenido que trabajar directamente en estas materias, y no tiene una cercanía con estas complejidades tácticas que aparecen. También creo que ha habido una reacción sobre la Ley de Transparencia, en las élites, que miran con aprensión esta penetración de un órgano que dicen “no hay que hacerlo tan poderoso”, porque puede ser que se convierta en una especie de “chiita” de la transparencia. Creo que eso ha atentado en contra en esta ola de legislación. El proceso está mucho más enfocado en la probidad, porque la transparencia está más relacionada con la información que se pone a disposición, no con el acto mismo. Entonces, la transparencia propiamente tal y el acceso a la información han sido un poco el pariente pobre en este proceso que estamos viviendo.

 

Inhabilidades

-¿Qué rol les asigna a los partidos en esta discusión?

-No es que los partidos quieran ocultar información, sino que una vez que se legisle se enfrentarán a una transformación interna de sus procesos, de sus sistemas de gestión, de su organización tan grande, que va a ser muy difícil. Porque los estamos obligando, y bien que se haga, a estructurarse de una manera muchísimo más formalizada. Eso no se hace en un día. Los parlamentarios, que son todos pertenecientes a partidos políticos, ven esa dificultad. Walker fue presidente de un partido, sabe las dificultades que va a tener este proceso. Sin embargo, se le condenó como si estuviera en contra de la transparencia, de la probidad, o en contra de aclarar los padrones de militantes. Ignacio Walker quedó como el malo, Eduardo Engel quedó como el bueno, y creo que eso no es real.

-¿Cuál cree usted que es el mecanismo más efectivo para regular los conflictos de interés?

-Creo que los conflictos de interés hay que regularlos bien, y hay que ser muy exhaustivo en esa materia. Pero creo que no podemos tratar de inventar un mundo donde llegan a estar prohibidas las conversaciones. Nosotros hemos trabajado en la implementación de la Ley de Lobby, y surgen muchísimas dudas respecto a si es lícito o no si yo me junto con este o con aquel. Lo que se está viendo hoy es que cada vez que un parlamentario, en este caso, habla con candidatos a fiscal nacional, eso se considera prácticamente prueba de corrupción. Eso no es así. Es parte del proceso práctico de diálogo que se tiene siempre en materias como esta, el que sí tiene que ser transparente.

-¿Deben inhabilitarse en la votación para elegir al fiscal nacional aquellos senadores que están involucrados en causas que lleva el Ministerio Público?

-Todos los senadores tienen derecho a votar; por lo demás, fueron elegidos para eso. Mientras no se compruebe que son culpables y estén condenados, mientras sigan en ejercicio de su cargo, no estén desaforados, a mí me parece que tienen que votar.

-¿Existen Catones de la moral, como señaló el senador Walker?

-No nombraría a Engel particularmente como un Catón de la moral, pero creo que colectivamente estamos nominando a personas que son guardianes de la moral y otros que son inmorales. Resulta que eso no es así. Ese es el problema.

” Creo que todos los senadores tienen derecho a votar; por lo demás, fueron elegidos para eso. Mientras no se compruebe que son culpables y estén condenados, mientras sigan en ejercicio en su cargo, no estén desaforados, a mí me parece que tienen que votar”.

” Hay otros temas que tienen que ver con los partidos políticos que son muchísimo más relevantes, como la información a la cual los militantes pueden acceder”.

” La transparencia propiamente tal y el acceso a la información han sido un poco el pariente pobre en este proceso”.

 ” Colectivamente, estamos nominando a personas que son guardianes de la moral y otros que son inmorales. Resulta que eso no es así. Ese es el problema”.