El Diario Financiero del Martes 17 de Septiembre 2013, publica una columna de opinión del Presidente de Chile Transparente que reproducimos a continuación:
Chile Transparente, junto con el comienzo de la campaña electoral, ha dado inicio a la que hemos denominado “la campaña del candidato transparente”. Ésta tiene como propósito que las y los postulantes a cargos de elección popular en la elección de noviembre próximo, se comprometan a realizar una campaña que se ajuste a lo establecido en la Ley de Financiamiento y Control del Gasto Electoral, especialmente respecto de límites de aportes y gastos, así como a desarrollar una campaña fundada en un programa y en la que se respete el derecho a hacer propaganda por parte de todos.
La política, y los políticos, experimentan una crisis de confianza frente a la ciudadanía y, en consecuencia, es indispensable hacer un cambio en la forma en que se desarrolla la actividad electoral y política. Conocer los programas de las distintas candidaturas, sus fuentes de financiamiento, el destino de su gastos electorales, son iniciativas que debieran ayudar a que los ciudadanos cambien su mala percepción de la actividad política, según lo ha demostrado -entre otras encuestas- el último Barómetro de la Corrupción publicado en julio pasado por Transparency International, respecto de nuestro país.
En un contexto donde el voto es voluntario, es primordial que las candidaturas incentiven a la ciudadanía a participar masivamente, con el fin de consolidar y legitimar nuestra democracia como forma válida de gobierno y de representación de los diferentes intereses ciudadanos.
Pero éste no es sólo un desafío de las actuales candidaturas, sino de todos los actores que participan en política, especialmente los partidos, quienes cumplen un rol esencial en nuestras democracias. Es sabido que colectividades políticas sólidas e institucionalizadas son garantía de una mejor democracia y que instituciones políticas estables aseguran un mejor desarrollo de la sociedad. Transparentar los temas que abordan los partidos políticos, sus programas, su ideología, sus principios y su democracia interna, permite que la política se sustente en el fomento de vínculos programáticos y no clientelares, dejando atrás esa imagen de una caja negra donde nadie sabe cuáles son sus verdaderos principios, posturas, procesos y actividades.
Por último, la transparencia en la política, específicamente en lo que se refiere a su financiamiento, ayuda a los propios candidatos a defenderse de intereses privados que puedan ejercer presión indebida a la hora de votar ciertos proyectos de ley que, finalmente, terminan beneficiando dichos intereses y no a la ciudadanía que representan. Por otro lado, la transparencia es la mejor prevención para que no se produzcan hechos de corrupción que erosionan la confianza pública y el prestigio de la política. De allí, la necesidad de que se aprueben, a la brevedad posible, leyes como la del lobby y las modificaciones a las normas sobre transparencia municipal, declaración de intereses y acceso a la información pública.
Debido a que los políticos son representantes de la sociedad, que tienen por misión buscar el bien común, recae sobre ellos la gran responsabilidad de ser ejemplo, un referente, debiendo tener como foco la ética y la probidad en todas sus actuaciones.
Por las razones expuestas, y como una forma de fomentar la transparencia de los candidatos y sus campañas, en Chile Transparente ponemos a disposición de todas las candidaturas el decálogo del candidato transparente, al cual todos pueden adherir en www.candidatotransparente.cl, comprometiéndose a cumplir con la ley electoral y principios mínimos de una campaña programática y limpia. Invitamos a los candidatos a sumarse a esta iniciativa como un primer paso hacia la transparencia que tanto clama la ciudadanía de sus candidatos y partidos políticos.